Desde los meandros.

De todo un poco pero abreviando (no como los meandros).

El incendio de Orés; un año después. 28 julio 2016

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En julio de 2015 se declaro un incendio en las Cinco Villas que afectó a más de 14.000 hectáreas; una auténtica barbaridad. Desde entonces se han hecho algunas labores en el monte: apertura de pistas, quitar madera quemada, hacer fajinas para frenar erosión…

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El incendio comenzó en el paraje de Valdearata. La superficie quemada sobrecoge.

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El incendio comenzó en el paraje de Valdearata. La superficie quemada sobrecoge.

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El incendio comenzó en el paraje de Valdearata. La superficie quemada sobrecoge.

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El incendio comenzó en el paraje de Valdearata. La superficie quemada sobrecoge.

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El incendio comenzó en el paraje de Valdearata. La superficie quemada sobrecoge.

Cinco notas más para recordar:

  •  El hinojo se usaba con tomillo y ajo para hacer adobo. Y también para las olivas.
  • Junquillo (Aphylantes montpelliensis L.): bueno para el ganado.
  • Hay zonas del fondo del valle que no se quemaron: pareece ser que porque no había oxígeno suficiente.
  • La carrasca aguanta más el fuego que el pino: tiene más humedad en las hojas y no tiene resinas.
  • La madera de enebro puede tardar más de 50 años en descomponerse; por eso se empleaba para derivar aguas de ríos (poniendo tablas).
 

Primavera Silenciosa, Rachel L. Carson. 17 diciembre 2012

Carson explica la influencia de los plaguicidas en el medio ambiente y en la salud humana. Profundiza en cómo el uso indiscriminado de esos productos potencia la aparición en el futuro de plagas más graves e incontrolables, y cómo esos productos químicos (que son veneno para los animales pequeños) también son veneno para nosotros (animales más grandes). Además, es capaz de demostrar todo esto con datos y documentación, ¡y está escrito hace medio siglo! ¿Qué hemos hecho en medio siglo por mitigarlo? Pues prácticamente nada, más bien la dependencia de lo químico se ha intensificado, aunque se haya demostrado altamente contraproducente.

El porqué hay que buscarlo en las grandes empresas químicas que siguen financiando la investigación en esta materia, mientras que la investigación para el combate biológico de las plagas es muy escaso. Con el combate químico se nos expone al contacto más peligroso ante estas sustancias cancerígenas: «diminutos roces repetidos una y otra vez, durante años«.

Quería reproducir un párrafo de Carson que ilustra a las mil maravillas lo que demuestra el libro durante 300 páginas, aquí no hay argumentos, pero se encuentran en el libro, pongo la conclusión:

«el hombre ha puesto la gran mayoría de los cancerígenos a su alrededor, y puede, si quiere, eliminar muchos de ellos. Los agentes químicos del cáncer se han atrincherado en nuestro mundo de dos maneras: la primera, por ironía, mediante la búsqueda del hombre de un género de vida mejor y más fácil; la segunda, porque la fabricación y venta de tales productos se han convertido en parte reconocida de nuestra economía y de nuestro modo de vivir«.

 

El fuego, de aliado a enemigo. 6 octubre 2012

¿Qué ha cambiado para que percibamos el fuego como un enemigo cuando siempre fue un aliado? No sólo ha cambiado nuestra relación, tanto nosotros como el fuego hemos cambiado sustancialmente en las últimas décadas.

La Europa mediterránea goza de un hermoso paisaje, pero no es natural. Ha estado moldeado por el hombre desde hace muchos siglos. Nuestros antepasados forjaron un entorno que les permitía autoabastecerse y en el que, además, los incendios quedaban controlados principalmente por dos causas: (a) la fragmentación del paisaje dificultaba la propagación de los incendios porque el fuego se encontraba con obstáculos antes de que las hectáreas quemadas fueran desproporcionadas (Figura 1), (b) la elevada presión demográfica sobre el medio también mantenía los bosques más limpios, puesto que el ganado pacía en ellos y la madera se utilizaba para múltiples usos. De esta forma los incendios que se producían solían ser de superficie, de poca intensidad y con una fácil regeneración vegetal. Evitando así, los devastadores e intensos incendios de copa que son prácticamente incontrolables.

Figura 1: Isla agrícola (paisaje fragmentado) dentro de una zona forestal afectada por el incendio de Cortes de Pallás/Dos Aguas (Valencia, junio/julio, 2012; foto: JG Pausas). Fuente: http://jgpausas.blogs.uv.es/

Con el abandono del medio rural en las décadas de 1960-1970 el típico paisaje mediterráneo comenzó a cambiar drásticamente, porque para su mantenimiento era necesaria una elevada cantidad de influencia humana. Así, el fuego, aquel gran aliado que, por ejemplo, hace mil años ayudara a los habitantes del Pirineo a transformar sus bosques más elevados en fértiles pastos estivales (Montserrat-Martí, 1992) comenzó a convertirse en un grave problema en toda la Europa mediterránea. En apenas diez años la superficie quemada en España se multiplicó por más de tres, pasando de 47.800 ha de media en la década de 1960 a 153.900 ha para la siguiente década. En los ochenta la superficie quemada anualmente fue cinco veces superior a la de los años sesenta (MAGRAMA, 2011). Figura 2. A finales de la década de los noventa la administración, influida por el conjunto de la sociedad, tomó conciencia del problema al que se enfrentaba -no sólo ambiental, también social- y destinó cuantiosos fondos para la extinción de incendios. Desde entonces España mantiene uno de los mejores contingentes del planeta en extinción de incendios. La respuesta es prácticamente inmediata cuando se produce el fuego, de esta forma en Aragón se consiguen quedar en meros conatos (menos de 1 ha quemada) casi el 80% de los fuegos (DGA, 2011) y tan solo el 5% sobrepasa las 5 ha quemadas (DGA, 2012). Ahora bien, ¿por qué no se llega al 100%?

Figura 2. Evolución de la superficie quemada y de la población rural en España. Los mayores valores de hectáreas quemadas se corresponden con la disminución de la población rural. Elaboración propia a partir de: (a) superficie quemada (MAGRAMA, 2011); (b) población rural en España, datos de los Censos de Población y Viviendas (INE, 1960, 1970, 1981, 1991, 2001). Censo de 2011 a la espera de publicación. Nota: en 1960 y 1970 se entiende población rural la que reside en áreas rurales. En los siguientes, el término “población rural” es independientemente del tamaño de la población.

Algunos incendios controlables se complican por las urbanizaciones que han sido construidas en zonas altamente inflamables, especialmente en el litoral mediterráneo. Evidentemente, esto obliga a las cuadrillas de extinción a salvaguardar esos lugares (en donde hay vidas humanas en juego) por encima de cualquier otro, dificultando el control del incendio. Otros incendios son sencillamente incontrolables, son algunos incendios de copa producidos los días de más de 30ºC, menos del 30% de humedad y con un viento de más de 30 km/hora. Son estos últimos incendios los que parecen insinuarnos que hemos tocado el límite en cuanto a la posible extinción con los medios actuales.

Las barreras paisajísticas, que permanecieron hasta nuestros abuelos y que dificultaron la formación de los intensos incendios de copa, en la actualidad están en un patente retroceso que produce un cambio en el régimen de incendios (Keeley et al, 2012). Este cambio en el régimen de incendios llevará a un entorno diferente, que como tantos ecosistemas se estabilizará. Ahora bien, hasta la estabilización se vivirán episodios traumáticos que de no hacer nada afectarán irremediablemente a los bosques y también pueden ocasionar cuantiosos daños materiales y humanos.

Como se ha explicado, la presión sobre el medio ha tenido una influencia positiva en el control de los incendios. Hoy en día esa presión no se puede ejercer porque el medio rural está despoblado y además el impacto de esas personas es escaso. No obstante, cada vez más ciudadanos consideran que nuestro entorno es importante, se valora positivamente el disponer de agua limpia y de aire puro, también son conscientes del valor de la biodiversidad. Estos factores influyen de manera positiva en la salud de la población y su demanda va en aumento. Se demanda la existencia de un sistema público de salud, educación, suministro de agua y cualquier otro bien o servicio de primera necesidad. ¿No es acaso el entorno, y por tanto también el bosque, un bien de primera necesidad?

Indudablemente, las medidas a aplicar para mantener el mismo régimen de incendios que se mantuvo durante siglos suponen un importante desembolso monetario. Ahora bien, también la sanidad lo supone y nadie que anteponga el bien común se plantea su necesidad. Precisamente en el medio rural ese desembolso permitiría crear numerosos puestos de trabajo y fijar población. Contribuyendo además al mantenimiento ambiental y al ahorro de parte de las considerables partidas presupuestarias destinadas a extinción y a actuaciones postincendio (Figura 3).

Figura 3: Medidas de restauración postincendio (fajinas) en las proximidades del campo de tiro de San Gregorio (Zaragoza, Aragón). Incendio producido en el verano de 2009.

Las soluciones para implementar en mayor o menor medida un uso del territorio similar al de nuestros antepasados son numerosas. Existen fórmulas intermedias que la Unión Europea utiliza por ejemplo con la agricultura, deficitaria en su mayoría pero altamente subvencionada como pilar importante de la seguridad alimentaria. No obstante, hay decenas de medidas que nos acercarían al sistema pretérito sin tan apenas coste económico. Por citar algunas de ellas:

• Facilitar la presencia de herbívoros en los bosques, disminuirían el combustible.
• Subvenciones para limpiar y mantener en un estado adecuado (escaso combustible) las zonas más próximas a los pueblos.
• Facilitar la explotación maderera de los bosques a los habitantes del lugar, estableciendo un pliego de condiciones en el que se establezca la cantidad máxima a sacar por año y las características de la madera extraída. En general interesa que sean ramas secundarias y de las partes más bajas.
• Enfocar la condicionalidad de la PAC hacia estos objetivos.
• Delimitar detalladamente zonas en las que por la amenaza del fuego no es posible construir (Pausas, 2012), al igual que ocurre con zonas inundables, volcanes, etc.
• Disminuir la población urbana que vive en zonas inflamables, generalmente en urbanizaciones y chalets de la costa mediterránea que suelen ser focos de ignición y puntos críticos durante el incendio (Pausas, 2012).

Debemos asumir que en nuestro entorno siempre habrá incendios. Por ello, nuestro uso del territorio ha de estar condicionado bajo esta premisa, conociendo los lugares más vulnerables y disminuyendo el número de ellos. Así, quizás, volvamos a ver el fuego como nuestro aliado y dejemos de verlo como un enemigo, que ya tenemos muchos.

BIBLIOGRAFÍA
Diputación General de Aragón (DGA), Dirección General de Gestión Forestal. 2011. Estadística de incendios forestales en Aragón. Año 2011. Zaragoza.
Diputación General de Aragón (DGA), Dirección General de Gestión Forestal. 2012. Datos provisionales estadística de incendios 2012 -Aragón-. Zaragoza.
Instituto Nacional de Estadística (INE). 1960. Censo de Población de 1960. Madrid.
Instituto Nacional de Estadística (INE). 1970. Censo de Población de 1970. Madrid.
Instituto Nacional de Estadística (INE). 1981. Censo de Población de 1981. Madrid.
Instituto Nacional de Estadística (INE). 1991. Censo de Población y Viviendas de 1991. Madrid.
Instituto Nacional de Estadística (INE). 2001. Censo de Población y Viviendas de 1991. Madrid.
Keeley, J. E., Bond, W. J., Bradstock, R. A., Pausas, J. G., Rundel, P. W. 2012. Fire in Mediterranean ecosystems. Ecology, evolution and management. Cambridge University Press, New York.
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). 2011. Anuario de estadística 2011. Serie histórica del número de siniestros, superficies afectadas. Madrid.
Montserrat-Martí, J.M. 1992. Evolución glaciar y postglaciar del clima y la vegetación en la vertiente sur del Pirineo: estudio palinológico. Monografías del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), núm. 6. 151 pp. Jaca (Huesca).
Pausas, J.G. 2012. Incendios Forestales, una introducción a la ecología del fuego. Ed. Catarata y CSIC.

Nota: Artículo publicado por Javier M. Aznar en FLAMMA (3), 2012: https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxmbGFtbWFmZ3J8Z3g6NzU1ZTM0ZDFiZjMzMzI2Mg

 

Las vaquillas de Pilares paciendo en Tauste. 5 octubre 2012

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El miércoles estuve por la zona de Tauste, Castejón de Valdejasa y Remolinos. Recorrí la zona que queda entre esos tres pueblos aragoneses. En uno de esos puntos me tropecé con Juan, un pastor rumano vecino de Pradilla cuidando del rebaño vacuno con la ayuda de su mula y su perro.

El hombre, gustoso de conversación, me contó que venía todos los días desde Pradilla en moto para cuidar del ganado. El ganado pernocta en un corral del término de Pradilla y todos los días lo saca a pastar por los secarrales de la zona, en estas fechas ha de contentarse con los restos de cebada. Pero no tengo muy claro qué come el resto del año, a no ser que lo estabule. Se lo preguntaré el próximo día.

Juan es rumano, de una ciudad próxima a Cluj Napoca que no consigo recordar. Me contó que hay muchos españoles que están comprando tierras en Rumanía, aprovechando que ahora son muy baratas. Y así seguimos hablando durante un buen ratico, aunque le costaba un poco el castellano poco a poco nos fuimos entendiendo.

Me dijo que pronto vería a esas vacas en las fiestas de Luceni y que la semana siguiente las vería en las Fiestas del Pilar de Zaragoza. Yo le dije que no me creía que esos bichos que comían ahí tan ricamente los restos de cebada fueran a salir a la plaza de toros en Zaragoza a velocidad de vértigo persiguiendo al personal. Él dijo que eran bichos muy inteligentes y que saben discernir cuando hay peligro y cuando no. Así que guiado por él y para demostrármelo nos fuimos acercando a los bichos. Empezaron a girarse unos cuantos y se me puso la mosca detrás de la oreja, pero Juan dijo que simplemente miraban por mí, porque no me conocían: «pues espero caerles bien». A los bichos les dio igual que estuviera ahí con ellos, siguieron comiendo tan ricamente. En estas me dijo Juan que también había tres toros de lidia y me señaló al que más cerca estaba. Lo mismo, tan tranquilo, zampando que estaba el bicho. Y eso que dentro de unos meses podría esperarle una plaza…

Todo esto me recordó a un vídeo de youtube en el que en un encierro sale un señor que había cuidado y alimentado a un toro durante años. Le empieza a hablar tranquilamente y el bicho se tranquiliza a su lado. Así que ya sabéis, los que vayan a saltar a la plaza alguna mañana que se den una vuelta por la zona de Tauste y Pradilla y que comiencen a hacer migas con las vaquillas… Con Juan, al menos, fue muy fácil.

 

Borobia y su condena a muerte por sus magnesitas. 2 junio 2012

El jueves pretendí escribir algo cuando vi la imagen que aparece a continuación sobre los trabajos que han comenzado a ejecutarse en Borobia a pesar de no haberse aprobado aun el estudio de impacto ambiental. Si se profundiza un poco sobre esta mina que se proyecta en Borobia es a pequeña escala lo que sucede en España. Un país de pandereta, entiéndase pandereta como eufemismo de vergüenza. En fin, el jueves no pude escribir nada por la ira que me invadió al pensar que jamás volvería a conocer la cara sur del Moncayo y sus numerosos valles y ríos que ahí nacen tal y como los conocemos hoy en día. ¡Adiós a bañarnos con seguridad en el Pozo de los Chorros entre Berdejo y Bijuesca! ¡Adiós al aire limpio de la Cocuta! ¡Adiós a la seguridad de las carreteras del entorno para los ciclistas! Y tantos adioses más…

Trabajos en la Sierra del Tablado. Lúis Ángel Tejedor (Heraldo de Soria).

El caso es que he encontrado un artículo de José Luís Trasobares en el Periódico de Aragón que sencillamente es espectacular y consigue condensar en solamente una columna el problema de la mina y el sentir general. Lo dejo a continuación como muestra de que aun quedan periodistas brillantes que no están supeditados al interés de los grandes; por algo es el Presidente de la Asociación de Periodistas de Aragón.

«Cuentan que los funcionarios de la CHE pasaron por allí, vieron la situación y fuéronse sumergidos en profundas cavilaciones. A su vez, el Gobierno aragonés y las principales fuerzas políticas de la Tierra Noble aseguraron que se opondrían al atentado medioambiental, al igual que los ayuntamientos de localidades (Calatayud, por ejemplo) que pueden verse afectadas; pero su oposición es de lo más discreta, discretísima. Mientras, los propietarios de los terrenos sobre los cuales se abrirá la mina a cielo abierto de Borobia no pudieron impedir que la Guardia Civil amparase la ocupación de sus campos que todavía no están expropiados, y el ayuntamiento de la localidad, controlado por el PP y vendido literalmente a los intereses de la compañía minera, considera perfectamente legal el desarrollo de un proyecto que ni siquiera tiene aprobado el preceptivo informe de impacto medioambiental.

Borobia está en Castilla-León, pero en su término municipal se ubican acuíferos de donde nacen varios rios (el Manubles, el Aranda, el Ribota y el Isuela) que son afluentes del Jalón. Justo allí se pretende hacer una mina a cielo abierto que abrirá una enorme brecha de ocho kilómetros de larga y en la que habrá además hornos para el tratamiento del mineral extraído (magnesita), asegurando así un alto consumo de agua y la emisión de contaminantes. La amenaza es intolerable y debería haber originado en Aragón una respuesta al menos tan contundente como la provocada por el expolio, por parte del Obispado de Lérida, de obras de arte pertenecientes a parroquias aragonesas. No parece ser así; quizas porque, al igual que pasó con el mentado asunto de los retablos y las imágenes, aquí sólo reaccionamos cuando el desastre se ha consumado y requeteconsumado. Entonces amanecemos con velicas a la virgen.

La mina de Borobia iba a instalarse en Navarra. Pero allí, claro, son más finos y dijeron que ni hablar, que eso… para la España profunda. De esta forma acabó el negocio en los montes de Castilla León. Todo lo que ha sucedido desde ese momento es inaudito. La gente del pueblo que se oponía al negocio fue presionada y amenazada. La tensión se hizo insoportable. Los propietarios de las tierras incluidas en los planes de la compañía minera intentaron impedir que invadiesen sus propiedades sin lograrlo. La normativa vigente ha sido alegremente pisoteada. Es como una película del Oeste. Sólo que en este caso no hay un Clint Eastwood que imponga la justicia a tiro limpio, y además si apareciese tendría que disparar contra representantes de uns instituciones que se dicen democráticas.

¿Democráticas? Ni hablar. Borobia es una muestra más de que vivimos en un país extraño, donde el dinero burla las leyes y el Estado es a veces una entelequia. Como en el Far West.»

Fuente:
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/borobia-un-pueblo-minero-margen-de-ley-_754640.html

También he encontrado en el blog de Agua Manubles motivos para la esperanza, bueno, más que para la esperanza al menos para que no haya una alfombra roja debajo de todos estos intereses particulares y ponerles las cosas más difíciles, que sepan que estamos ahí.

Más información en estos dos buenos blogs del país:

http://elnidodeaguilasdelmoncayo.blogspot.com.es/

http://aguamanubles.blogspot.com.es/

Y en estas entradas de este mismo blog:

La Mina de Borobia.

El futuro de la Sierra del Tablado.

 

Las protestas en Valencia y el Moncayo nevado: ecología. 20 febrero 2012

Los sentimientos que confieren las imágenes son muy diferentes. Contrasta notablemente la foto tomada esta mañana del Moncayo (con Pradilla y Gallur en la ribera del Ebro) alzándose glorioso y nevado entre los restos de una coscoja quemada por el incendio que en 2009 asoló la zona de los Montes de Castejón.

La tranquilidad que en ese entorno se percibe y el optimismo que aporta la renovación de la cubierta vegetal, con los rebrotes de coscoja, pino… contrastan notablemente con lo vivido hoy también en Valencia. La represión policial a unos adolescentes del instituto Lluís Vives que solo pedían una educación digna, no creo que fueran muy peligrosos para la sociedad (más bien, algo necesario) pero que se han llevado un severo correctivo:

http://www.elventano.blogspot.com/2012/02/estado-policial-en-valencia.html

En fin, baste como esperanza ese Moncayo nevado que pervive y esas nuevas coscojas que salen alrededor de las quemadas en un ambiente yesífero y semiárido. Ellos no lo tienen fácil y luchan por sobrevivir, probablemente es lo que tenemos que hacer nosotros y es lo que han hecho hoy un grupo de adolescentes valencianos. ¡Venceremos, igual que la coscoja!

Por cierto, el título se termina de entender haciendo click aquí, porque el concepto de ecología con lo sucedido en Valencia igual no queda muy claro. Pero lamentablemente con acciones como esas cada día cobra más sentido el dicho popular de: «matar policías es ecología».

 

¿Cómo se forma («cocina») un suelo? 13 diciembre 2011

Filed under: Ambiente — Aznar @ 18:25
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Ya que me últimamente me encargo de los suelos, una recomendación muy amena sobre ellos y que además permite escuchar un poco de inglés. Se explica, como si de Arguiñano se tratara, como se llegan a formar los suelos, muy didáctico.

Chef´s soils

Por cierto, esto se engloba dentro de un proyecto mucho más amplio denominado Smithsonian.

 

¿Las Cinco Villas un mar? ¿El Moncayo una isla? 11 diciembre 2011

El "mar" de la Ribera Alta con la "isla" del Moncayo.

Evidente y afortunadamente, el mar es de nubes y no hay que lamentar la inundación de todo el Valle del Ebro. La niebla deja estampas bien bonitas en estos parajes. Las imágenes están tomadas hace dos semanas desde los Montes de Zuera, en su parte más meridional, ya entre los términos de Tauste y Pradilla.

Niebla en Las Cinco Villas.

La primera imagen está tomada hacia el suroeste (se aprecia el Moncayo) y la segunda hacia el oeste, debajo de esa niebla se encuentran Tauste, Ejea y compañía.

 

Futuro de la Sierra del Tablado. 2 agosto 2011

A pesar de todas las irregularidades que conciernen al caso de la mina de Borobia (Soria) parece ser que poco a poco tira hacia adelante. Ya traté ese tema tiempo atrás: Mina de Borobia. En la siguiente imagen se aprecia el aspecto que cabe esperarse de la Sierra del Tablado, contigua al Parque Natural de Moncayo, cuando se explote la mina.

Futuro de la Sierra del Tablado si se hace la mina de Borobia.

Una explotación minera a cielo abierto de varios kilómetros de largo, la de Borobia se prevé de 8 kilómetros así que aun será mayor que la presentada en la fotografía que se corresponde con una mina venezolana del estado Bolívar. Así nos podemos hacer idea del impacto visual, hacerse idea de cómo bajarán (o dejarán de hacerlo) las aguas, de cómo será el aire, el tráfico… ya es otro menester. Pero muy fácil de apreciar con el documental que se preparó hace unos años gracias a las filmaciones en lugares con minas de magnesitas.